Organizar un viaje, ya sea por vacaciones, trabajo o negocios ya es en sí una tarea estresante. No importa cuán organizado seas, siempre hay una lista de detalles a tener en cuenta. El pasaje, la valija, qué hago con el perro, cómo manejo la plata…
Y a los vapeadores se le suma una tarea adicional. ¿Qué hago con los equipos? ¿Los subo al avión o los mando a la bodega? ¿Y los líquidos? ¿Y el kit de herramientas?
Quizás parezca algo menor, pero no lo es. Un objeto en el lugar incorrecto puede generar demoras, multas o incluso problemas legales.
Por eso, en este post, te vamos a explicar dónde tenés que llevar tus bártulos vaperos para que el viaje se desarrolle con absoluta normalidad.
Importante: Con el fin de hacer más fluida la narrativa de este post, es fundamental diferenciar el equipaje de bodega y el equipaje de cabina.
El equipaje de bodega es el que dejamos en manos de la aerolínea al llegar al aeropuerto. Por lo general se trata de bolsos o valijas grandes, de aproximadamente 23kg (esto varía dependiendo del tipo de reserva). Durante el vuelo, ni los pasajeros ni el personal de la aerolínea van a tener acceso a este equipaje.
El equipaje de cabina, por otro lado, es el que viaja con nosotros cuando nos subimos al avión. Éste tiene dimensiones limitadas y casi siempre ronda los 10kg. A diferencia de lo que ocurre con el equipaje de bodega, durante el vuelo sí tenemos acceso al equipaje de cabina.
¡Aclarado esto, arrancamos!
Por regla general, en ningún vuelo ni aerolínea comercial está permitido transportar contenedores con más de 100ml de líquido en el equipaje de cabina.
Esto aplica a todo tipo de líquidos, por lo cual los e-liquids están incluidos en esta limitación.
Como todos sabemos, los líquidos de vapeo vienen en su mayoría en botellas de 30, 60, 100 y 120ml, por tal motivo es recomendable siempre que las botellas más grandes se despachen en el equipaje de bodega y que dejemos en el equipaje de cabina únicamente aquel líquido que vamos a vapear en lo inmediato.
Con respecto a los líquidos que despachamos en el equipaje de bodega, también es conveniente meterlos en una bolsa con cierre hermético, tipo Ziploc, para evitar que, ante una fuga, todas nuestras pertenencias queden con olor a vainilla, manzana, chocolate o lo que sea que te guste vapear.
Atomizadores, mods y pods.
En este punto la cosa es un poco más sencilla: Si tiene baterías, va a la cabina. Si no tiene baterías, puede ir a la bodega.
Nuestra recomendación es que siempre llevemos los equipos en el equipaje de cabina, para evitar los golpes y daños propios y recurrentes del pésimo manejo que tienen las aerolíneas con el equipaje de bodega.
Pero hay un dato más a tener en cuenta. Durante el vuelo, la cabina experimenta ciertos cambios de presión y eso afecta al comportamiento del líquido dentro de nuestros pods y atomizadores. En lo posible, para evitar meadas, te conviene llevar siempre los equipos sin líquido.
Baterías
Las baterías son, quizás, el ítem más sensible de la lista y el que más problemas nos puede traer.
Una batería de litio como la que usamos comúnmente en nuestros equipos, si se golpea y se daña o si entra en corto, puede levantar muchísima temperatura y ocasionar un incendio.
Por este motivo es que está terminantemente prohibido despachar baterías en el equipaje de bodega, donde ante cualquier eventualidad, el personal de la aerolínea no va a poder intervenir.
Las baterías deben ir siempre en el equipaje de cabina, fuera del mod, y en cajas o fundas aislantes para minimizar los riesgos de golpes y cortocircuitos.
En este punto es fundamental que estés atento, porque si despachás las baterías a la bodega, podés tener problemas antes de despegar o después de aterrizar. Los riesgos son altos y las multas aún más.
Herramientas
Este es otro punto donde hay que prestar atención. Bajo ningún concepto está permitido subir a un avión con elementos cortantes, punzantes o peligrosos. Y no hace falta que sea una katana samurai para considerarse “peligroso”. Una tijera, un destornillador, una pinza de punta o hasta una bobina de alambre puede considerarse un riesgo a bordo, y por este motivo, las herramientas deben despacharse, en todos los casos, dentro del equipaje de bodega.
Si despachás tu valija y te llevás las herramientas en el equipaje de cabina, es altamente probable que al llegar a un control de seguridad, te las quiten y tengas que tirarlas para abordar, o despacharlas por separado. Y creenos, no es barato despachar equipaje extra cuando la valija ya se fue.
Resistencias, cargadores y accesorios.
Por último, para el apartado de artículos generales, la regla no está definida. No hay nada que prohíba viajar con resistencias, cargadores y accesorios en el equipaje de cabina o despacharlos en el equipaje de bodega.
La recomendación es sencilla: si no lo vas a usar arriba del avión, despachalo a la bodega. No tiene sentido viajar cargado con cosas que no vas a usar en el corto plazo.
Algo que queremos aclarar antes de cerrar el post: no todos los aeropuertos y no todas las aerolíneas son igual de rigurosas.
Tranquilamente puede darse el caso de que alguien haya viajado, por ejemplo, con un destornillador en la cabina.
Pero si ya el proceso de embarcar y desembarcar puede ser estresante, ¿para qué la vamos a complicar?
¡Cumplí las reglas y viajá tranquilo!
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