Entre los amantes de los mods regulados siempre se habló de las maravillas del Temp Control (Control de Temperatura o TC, para ser más breves). Se trata de una forma automática de regular la calada presente en muchos mods y que lejos está de ser una novedad. Más bien es una funcionalidad bastante antigua que no perece.
Sin embargo, a pesar del correr de los años, el TC sigue generando dudas y, muchas veces, es utilizado de forma incorrecta. Esto, lógicamente, se traduce en una experiencia de vapeo poco grata.
En este post te vamos a contar todo lo que tenés que saber para vapear en TC sin mandarte ninguna.
Primero lo primero: ¿Por qué alguien habría de vapear en modo Control de Temperatura y no en Potencia Variable (VW, por sus siglas en inglés)?
El principal beneficio del TC es que si todo está bien seteado, hace que el churrasco sea técnicamente inviable como beneficio primordial, y en segunda instancia, permite caladas largas más estables.
¿Cómo se logra esto? ¡Simple!
El mod lo que busca es mantener una temperatura constante (definida de antemano por el usuario) cuando disparamos, desde el principio de la calada hasta el final.
Para lograr ese objetivo, la electrónica del mod va a hacer variaciones constantes en la potencia de salida.
Cuando vapeamos en VW, la potencia de salida es predefinida por el usuario y el mod va a intentar entregar esa potencia o el valor más cercano (sujeto a disponibilidad de corriente), sin considerar la temperatura de las resistencias, la cantidad de líquido, la duración de la calada, etc. En este modo, si seteaste una potencia demasiado alta para tu setup o si das caladas muy largas, el churrasco está garantizado.
Ahora, si el Temp Control es tan “mágico”, ¿por qué todo el mundo vapea en VW?
Por un simple motivo: no todos los alambres se llevan bien con este modo de vapeo.
Los distintos materiales que usamos para construir nuestras resistencias cuentan con un valor resistivo determinado, y este valor varía en mayor o menor medida cuando el material se caliente.
El coeficiente que determina esta modificación, de forma casi anecdótica en lo que a nosotros nos respecta, se denomina TCR, y cada alambre resistivo tiene su propio TCR.
Esto se debe a que el Temp Control necesita “predecir” cómo se va a comportar el material resistivo cuando aumente su temperatura durante la calada.
Por eso en muchos mods, al seleccionar TC, vas a tener la opción de elegir un TCR. Esta es la forma difícil de setear el mod.
Afortunadamente, los chinos que diseñan las electróncias más populares del mercado vaperil, saben que no todos sus usuarios son ingenieros electrónicos, y por eso en la mayoría de los casos, el TC viene con 3 opciones para los alambres compatibles con este modo de disparo: Stainless Steel (SS) , Nickel (Ni) y Titanium (Ti).
¿Y por qué no vienen preseteados los alambres más usados en la industria del vapeo (el Nicrom y el Cromalfe - Mal llamado Kanthal)? Sencillamente porque estos materiales no son compatibles con el TC.
El SS, el Ni y el Ti sí le permiten al mod predecir su comportamiento a altas temperaturas.
Éstos últimos dos no se consiguen fácilmente y tampoco son los más recomendados, ya que usados de forma indebida, algo nada raro en la movida vapera, pueden tornarse tóxicos.
Definitivamente el material más popular y más fácil de conseguir si querés vapear en TC, es el SS. Ojo, tengan en cuenta también que las resistencias artesanales de SS suelen ser más caras.
Listo, ya tenés tu resi de SS, Ni o Ti… ahora, ¿qué sigue?
El segundo paso, que en realidad es más importante que el primero, es contar con un mod regulado que tenga el modo Temp Control.
La mayoría de los mods actuales lo tienen, pero ante la duda chequeá el manual del tuyo.
Al seleccionar el modo TC, el mod hará una lectura inicial del valor resistivo de nuestro setup. Atención con esto.
Como mencionamos antes, la resistividad del SS, del Ni y del Ti varía mucho a mayor temperatura, por lo cual al seleccionar el TC, el atomizador debe estar a temperatura ambiente. Si el atomizador está demasiado frío o demasiado caliente, la lectura inicial será errónea y las “predicciones” que haga el mod no serán adecuadas.
Entonces, recapitulemos:
Resistencia de material adecuado, atomizador a temperatura ambiente. Siguiente paso: poner el mod en modo TC y seleccionar el material de tu resistencia (SS, Ni o Ti). O si sos de esos que dan la vuelta a la manzana para ir a la casa del vecino, en vez de seleccionar un preset, ingresá el TCR de tu material resistivo.
Una vez hecho esto, lo único que resta es elegir la temperatura a la que querés que el setup se mantenga. Y en este caso, al igual que en modo VW, como explicamos en el post anterior), lo ideal es arrancar bajito y plantarse donde te quede cómodo.
100°C es un buen punto de inicio, y a partir de ahí, podés ir subiendo hasta encontrar el punto exacto, que generalmente se ubica entre los 200°C y los 250°C).
¡Y listo, adiós a los churrascos!
Aunque técnicamente parezca algo bastante complejo, el avance de la electrónica en los últimos años hizo que el TC sea más accesible a todos los usuarios, aunque muchos decidan ignorarlo por las malas experiencias basadas en el desconocimiento y el pésimo seteo.
Pero como podrán ver quienes llegaron hasta el final de este post, el control de temperatura no sólo es fácil de setear, sino que además bien seteado nos va a facilitar la existencia.
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